viernes, 28 de enero de 2011

“Hombre, ¿eres capaz de ser justo? Una mujer te hace esta pregunta”

OLYMPE DE GOUGES (Marie Gouze) 
 
“Hombre, ¿eres capaz de ser justo? 
Una mujer te hace esta pregunta”

Con esta frase da comienzo la Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadanía escrita por Olympe de Gouges en 1971, cuyo nombre de ha ...sido por mucho tiempo injustamente relegado a un segundo término en la historia de las mujeres de la Revolución Francesa. Precursora de la igualdad de géneros, de la protección a la infancia y a los desfavorecidos y enemiga de la esclavitud.

Nació en Montauban, Francia, el 7 de mayo de 1748. Su nombre real era el de Marie Gouze. Era hija de Pierre Gouze, cuya paternidad siempre quedó en entredicho, carnicero de profesión y de Anne-Olympe Mouisset. Su infancia fue pobre, falta de esperanza, enseñanza y cultura. Tal vez por ello aceptó casarse a los 17 años con Louis Yves Aubray, un hombre mayor que ella, con el que no fue feliz y que falleció al poco tiempo. Tuvieron un hijo, Pierre, que años más tarde renegaría de su madre. Olympe no volvió a casarse y calificó al matrimonio como “tumba de la confianza y del amor”, aunque mantuvo una relación sentimental hasta el final de sus días, con Jacques Bietrix de Roziere, rico propietario de la Compañía Real de transportes militares.

El fallecimiento de su marido provocó su primer acto de rebeldía pública al negarse a adoptar el apelativo de “viuda Aubray”. Además, aprovechó para cambiar su nombre por el de Olympe de Gouges, con lo que renunció al apellido paterno. Dicen que ella misma se intentó ennoblecer al añadirle “de” a su apellido, y que lo hizo por el que se considera su verdadero padre, el marqués Jean-Jacques Le Franc de Pompignan. Aunque este negó ser su progenitor, siempre quedó la duda. Esta paternidad no reconocida le sirvió más adelante para ser admitida en sociedad. Recordemos que en esta época la mujer era considerada “nadie” si no tenía un padre, un marido o un amante que la protegiera.

A principios de 1770, se trasladó a París y emprendió una carrera literaria. Escribió alrededor de cincuenta obras teatrales y montó una compañía itinerante que recorría París, sin que sus ingresos le permitieran mantenerse. Pero en poco tiempo sus obras empezaron a ser representadas en teatros de toda Francia. La más conocida fue La esclavitud de los negros (L’esclavage des noirs), publicada en 1792. Una obra que pretendía llamar la atención sobre la condición de los esclavos negros y que causó la desaprobación de los actores de la Comédie Française. Ésta dependía económicamente de la Corte de Versalles donde muchas familias nobles se habían enriquecido con la trata de esclavos. Por otro lado, el comercio con las colonias de ultramar representaba entonces el 50% del comercio exterior del país. El resultado fue que acabó encarcelada en la Bastilla y liberada al poco tiempo gracias a la intervención de alguno de sus amigos influyentes. Con la llegada de la Revolución su obra pudo por fin ser representada.

Olympe de Gouges mantuvo una intensa actividad a favor de la abolición de la esclavitud. En 1788 publicó el ensayo Réflexions sur les hommes nègres (Reflexiones sobre los hombres negros) que le abrió las puertas del "Club des amis des noirs" (Club de los amigos de los negros) del que fue miembro. En 1790 escribió Le marché des Noirs (El mercado de los negros). Los principales dirigentes del movimiento abolicionista, el abate Grégoire y el diputado girondino Brissot, dejaron constancia en sus escritos de la admiración que sentían por Olympe de Gouges. También dirigió el periódico L’impacient y fundó La sociedad popular de las mujeres.

En 1791 escribió la Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana. En la línea de Montesquieu, defendió la separación de poderes. A pesar de ser una activa partidaria de la Revolución, comienza a manifestar su desencanto con el curso que va tomando el gobierno revolucionario y se opune a la condena a muerte de Luis XVI en 1793. Tomó partido por los Girondinos y advirtió sobre los riesgos de dictadura criticando duramente la política de Robespierre y Marat. Denunció también la creación del Comité de Salvación Pública. Se ganó con todo ello la enemistad de Robespierre, al que además dedicó una carta burlesca titulada "Pronostic de Monsieur Robespierre pour un animal amphibie".

Olympe firmó con ello su sentencia de muerte. Fue detenida en agosto de 1793 bajo la acusación de ser autora de un cartel a favor de los Girondinos. El 2 de noviembre de 1793, horas después de que fueran ejecutados sus amigos girondinos, Olympe fue llevada ante el tribunal revolucionario sin poder disponer de abogado. Se defendió con valor e inteligencia en un juicio sumario que la condenó a muerte por haber defendido un estado federado, de acuerdo con los principios girondinos. Fue guillotinada al día siguiente, el 3 de noviembre de 1793.

Según la declaración de un inspector de la policía y el periódico Le Journal del editor Perlet, entre otros testimonios, Olympe de Gouges subió al cadalso con valor y dignidad, contrariamente a lo que relataron en el siglo XIX el hijo del verdugo Henri Sanson y algunos historiadores como Jules Michelet. El único hijo de Olympe de Gouges, Pierre Aubry, oficial del ejército de la República, firma una “profesión de fe cívica” en la que reniega de su madre diez días después de su muerte.

Descreditada por parte de muchos de sus contemporáneos, suu obra cayó en el olvido y el desconocimiento y mala interpretación de sus escritos contribuyó a convertirla en objeto de desprecio y burla a lo largo del siglo XIX. Se dijo de ella que apenas sabía leer y escribir, poniendo también en duda la autoría de sus obras. Hubo que esperar hasta el final de la Segunda Guerra Mundial, para que Olympe de Gouges fuera reconocida como una de las grandes figuras humanistas del final del siglo XVIII. Fue objeto de estudio en Estados Unidos, Alemania y Japón. En los actos del bicentenario de la Revolución francesa en 1999 se rindió homenaje a la obra de Olympe de Gouges. En 1989, a propuesta de la historiadora Catherine Marand-Fouquet, se dirigieron varias peticiones al entonces presidente de la República Jacques Chirac para que el nombre de Olympe de Gouges figurase en el Panteón de París. El presidente descartó la propuesta.

“Si la mujer tiene el derecho de subir al cadalso; debe tener también el de subir a la Tribuna” (Olympe de Gouges)

“Para el mantenimiento de la fuerza pública y para los gastos de administración, las contribuciones de la mujer y del hombre son las mismas; ella participa en todas las prestaciones personales, en todas las tareas penosas; por lo tanto, debe participar en la distribución de los puestos, las ocupaciones, los cargos, las dignidades y otras actividades” (Artículo 13 de la Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadanía)

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http://es.wikipedia.org/wiki/Olympe_de_Gouges
http://www.escritorasypensadoras.com/fichatecnica.php/196
www.estrellacardonagamio.com/8demarzo.html (Texto íntegro de la de la Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadanía)

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Mujer,cristiana, latinoamericana, Chilena, soñadora, irreverente. Pasiones como la teología feminista, la fotografía, poesía, serán los aportes que verán en mi blog. Hacer teología desde las artes es mi pasión !!! «La reflexión (Visual) que presento está necesariamente marcada por mi condición de mujer latinoamericana, por mi opción de vida, por mi situación de intelectual, por lo que mis ojos ven, mis oídos oyen, mis sentidos sienten y mi razón relaciona. Mi aproximación al tema es, por tanto, limitada. Intento simplemente comunicar y compartir cómo vivimos nosotras el anuncio de la buena noticia a los pobres, y en especial a las mujeres pobres de América Latina», I. Gebara Que lo disfruten.

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